viernes, 15 de marzo de 2019
Conclusión
El Derecho Romano, como se puede constatar, no tiene una definición unívoca,
sin embargo lo podemos entender como la serie de escritos de autores de la
antigua Roma para el discernimiento de lo justo e injusto. Tal y como lo
conocemos ahora, es de suma importancia para el profesional del derecho,
puesto que ayuda a conocer el origen del derecho y formar un criterio jurista
amplio.
Asimismo, el Derecho Romano permitió la integración y conformación del
sistema jurídico mexicano. De ahí la importancia de comprender las figuras
jurídicas y su fundamento. Del mismo modo, se pudieron apreciar los alcances y
la evolución histórica de ese marco jurídico.
El origen y fondo del Derecho Romano está enmarcado por la historia de su
propia civilización, ya que desde su fundación en el año 753 a.C. –época
monárquica, hasta 330- es posible identificar cómo lo condicionó el contexto
socio-político en el que se desarrolló y que posibilitó el establecimiento de los
conceptos juristas modernos.
Se debe destacar que el origen del imperio romano posibilitó la conformación de
diversas figuras de gobierno, muchas de ellas vigentes hasta ahora
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